Audiología avanzada en la adaptación protésica
¿Qué es un audífono?
Un audífono es un dispositivo electrónico que sirve para que las personas con pérdida de audición oigan de forma correcta, por lo tanto van a tener una mejor comunicación y su calidad de vida será mejor.
El propósito de los audífonos es mejorar la percepción de la palabra principalmente; son los procesadores de sonido más avanzados que existen. Los audífonos no pretenden restaurar la función auditiva normal, ni pueden curar una lesión existente pero, ayudarán a mejorar su funcionalidad auditiva.
La tecnología de hoy en día permite la acomodación adecuada y eficaz del audífono. El audiólogo será el profesional que atenderá todo tipo de situaciones que presente el paciente.
Adaptación audiológica
Si se detecta una pérdida auditiva, se deberán adaptar audífonos.
La adaptación audioprotésica es un proceso en el que nuestro cerebro va a recoger nuevamente la información auditiva que tenía olvidada por medio de la estimulación sonora que producen los audífonos.
El paciente se acostumbrará a los audífonos gradualmente y el audiólogo los ajustará según su pérdida auditiva.
Nuestras adaptaciones son innovadoras ya que adicionalmente se complementan con terapias alternativas que ayudan al éxito de la adaptación que será supervisada únicamente por profesionales sanitarios cualificados y titulados.
¿Qué es el procesamiento auditivo?
Cuando hablamos de trastorno del procesamiento auditivo no estamos hablando, prioritariamente, de la discapacidad o deficiencia sensorial del oído. Para entender a lo que nos referimos, hemos de entender que todas las conexiones nerviosas que parten del oído van a alimentar las conexiones cerebrales, y que en realidad, quien esta escuchando es el cerebro, entonces va a ser de gran importancia la calidad de la entrada auditiva porque de ella va a depender toda la construcción, formación e integración de las capacidades cerebrales cognitivas y emocionales más elevadas. Podríamos decir que es a la vez el ladrillo y el cemento que lo une, y de la calidad de éstos y su interrelación dependerá la estructura final. Todos sabemos que si una estructura tiene un pequeño o gran defecto en su cimentación, posteriormente van a surgir pequeños problemas, o simplemente, no llegará a su gran y brillante fin de estructura.
La audición debe:
- alimentar de forma óptima y sincrónica las áreas cerebrales del lenguaje, dada la repercusión que éstas tienen en los aprendizajes, la vida de relación y la formación de ideas
- integrar y ordenar el resto de estímulos o entradas sensoriales externos e internos y junto a su parte vestibular organizar perfectamente las coordenadas espacio-tiempo que conforman nuestra percepción y equilibrio.
- gestionar el estímulo auditivo dado que incide directamente en el eje hipofisario del Sistema Límbico, donde encontramos estructuras tan importantes como tálamo, hipotálamo, amígdala…..,etc.
El tálamo es el máximo sincronizador interhemisférico y de la corteza cerebral a través de la gestión de las ondas cerebrales de barrido; también incide en la generación y bondad de los neurotransmisores, neuropéptidos y sistema endocrino. Continuando con el Sistema Límbico, hemos de recordar que es el centro neurálgico de las emociones, que al combinarse con todo lo dicho anteriormente favorece los procesos como la memoria, las creencias, etc.
Más información
El oído está formado por tres secciones, oído externo, oído medio y oído interno. Estas partes trabajan juntas para que podamos oír y procesar los sonidos.
El oído externo es el encargado de recibir los sonidos del exterior en forma de ondas sonoras y conducirlas por el canal auditivo hacia el tímpano.
En el oído medio las ondas sonoras hacen vibrar el tímpano y a su vez los huesos (martillo, yunque y estribo) que trasmiten y amplifican las vibraciones hacia el oído interno.
En el oído interno un líquido estimula las terminaciones nerviosas (las células ciliadas) y envían impulsos eléctricos mediante el nervio auditivo hasta el cerebro.