Terapia D.I.S.C.O.

Se realiza una evaluación para averiguar que reflejos primitivos no se han integrado y si el niño tiene dificultades para hacer los movimientos rítmicos simples.
Esta terapia consiste en realizar movimientos rítmicos y suaves que imitan los balanceos que realizan los niños en los primeros meses de vida y que de forma natural les ayudan a integrar los reflejos primitivos.
Tras la evaluación se crea un programa de ejercicios personalizado  que  tiene una duración aproximada de 5 minutos cada ejercicio. La forma de ejecutar el ejercicio es importante y se tiene especial cuidado en asegurar una buena postura inicial.

El objetivo principal es estimular el tronco del cerebro para desarrollar los sentidos vestibular y kinestésico y que haya una excitación del neocórtex, sino el niño permanecerá inactivo. La estimulación del cerebelo hace que nuestros movimientos sean rítmicos, coordinados y suaves, desarrollando redes neuronales del cerebelo y sus conexiones con los lóbulos pre-frontales encargados de la concentración, atención y habla.

Si estimulamos el sistema vestibular encargado, entre otras cosas, de habilidades viso motrices y de la destreza manual, nos permitirá mejorar funciones ejecutivas del cerebro como la caligrafía, la comprensión lectora, la aptitud viso-motora o la capacidad atencional.

La música y las ondas cerebrales es una experiencia sensorial que puede activar todas las áreas cerebrales simultáneamente, dispara el funcionamiento del cerebro en el sentido emocional, cognitivo y físico, se ha demostrado que es útil tanto en rehabilitación, educación y en programas para la mejora del bienestar.

Efectiva para tratar ciertos trastornos o mejorar la calidad de vida del paciente, y actúa de dos maneras: activa y pasiva. También se utilizan otras técnicas de forma simultánea a la música.

Objetivos principales; reforzar la autoestima y la personalidad, elaborando pautas de conducta que facilitan la integración social y desarrollar las habilidades emocionales, mediante el contacto, ayudando a tener una mayor concentración, además de conseguir desarrollar el equilibrio y la marcha con ejercicios rítmicos y de movimiento.

Otro de los objetivos principales es desarrollar la tranquilidad y bienestar, intentando desechar conductas de estrés y ansiedad, con ejercicios de relajación. Y sobre todo mejorar el desarrollo evolutivo del niño, desarrollando la discriminación auditiva.