La musicoterapia y el desarrollo del lenguaje

En Ondas realizamos la Terapia Dinamomusical, en este artículo hablamos de la importancia de la musicoterapia en el desarrollo del lenguaje, terapia muy efectiva para niños con este tipo de dificultades.

La Musicoterapia es un medio de rehabilitación que incide tanto desde el punto de vista puramente fisiológico, como puede ser la ejercitación de la voz, movimiento, etc., como desde la perspectiva emocional e intelectual que proporciona un desarrollo afectivo y cognitivo. La dinámica planteada de modelos melódicos y rítmicos, influye en el desarrollo del habla intencional. El niño con problemas de lenguaje puede hallar más simple y atractivo la ejecución de una melodía, que la expresión simple de una palabra o de una frase. Para él, cantar o realizar juegos de expresión musical y rítmica, representa un medio de expresión de gran valor emocional y placentero. Las repeticiones verbales y algunos de los ejercicios propuestos en logopedia, les cansa o le aburren.

La musicoterapia tiene un papel muy importante en la tarea de la adquisición del lenguaje con niños y niñas con este tipo de trastornos o patologías, ya que permite la comunicación no verbal necesaria en la prevención de otro tipo de retrasos en el aprendizaje y la interacción social. La falta de comunicación puede propiciar una conducta inadaptada en aquellos sujetos que la padecen y es necesario abordar el problema cuanto antes para ofrecer al niño un medio de comunicación y expresión suficiente y adecuada a su edad y características.

L. Miroudot, los estados motivacionales son estados de activación cerebral (2000).

La Musicoterapia se centra en: La articulación vocal y fonatoria, para fomentar la interacción social y el aumento del vocabulario, (desarrollo de la motricidad fina y gruesa ).

En los trabajos de J Standley (2002) acerca de la eficacia de la musicoterapia en niños prematuros hospitalizados, se observa que las canciones de cuna cantadas por la madre, grabadas y escuchadas por el bebé en la incubadora a través de auriculares le proporcionan al bebé:

  • una mejora de los niveles de saturación de oxígeno.
  • un incremento del aumento de peso.
  • reducción de la estancia hospitalaria, ya que la música actúa como agente enmascarador de los sonidos desagradables de la sala, favoreciendo un espacio coherente en la interacción madre-hijo y proporcionando en medio ambiente positivo en el desarrollo del niño.

 

Afasia

El niño afásico no puede desarrollar una conducta que tenga relación con la utilización de símbolos, en muchos casos no aprender a hablar de modo efectivo, pero sin embargo pueden cantar. Esta forma de expresión les produce una gran satisfacción. Una terapia que tenga como fin el desarrollo y recuperación de la capacidad de hablar, atendiendo a la comprensión y extensión de los significados, ha de tener muy en cuenta la capacidad de rehabilitación que puede obtener a través de la utilización de modelos melódicos para aumentar las unidades elementales de habla intencional con niños graves.

Se ha podido demostrar que ejercicios de labios y lengua que eran reforzados mediante canciones y otras actividades musicales y rítmicas, han sido de gran utilidad para la recuperación de niños afásicos. Hemos de observar que a veces se produce una falta de respuesta al estímulo rítmico o melódico, esto no quiere decir que el niño no perciba el sonido, puede ser que el mecanismo a través del cual debería producirse la respuesta, sea defectuoso, que exista algún canal o conexión deteriorado.

 

Dislalia

Atención especial merece la recuperación mediante ejercicios de ritmo y prosodia, discriminación auditiva e interpretación de canciones.

 

Dislexia

La reeducación en cualquier edad es de vital importancia: el objetivo no es hacer un nuevo aprendizaje de lectura, sino modificar el sistema de pensamiento del niño. Para ello insistiremos en la organización espaciotemporal, la integración del esquema corporal y la práctica rítmica.

 

Disfemia

La tartamudez produce un desorden en el ritmo general, y por lo tanto el niño con este trastorno, padecerá de un sentido del ritmo menos desarrollado. Los trabajos de ritmoterapia son los más adecuados para él, así como los de canto, ya que no suele tartamudear mientras canta. Es muy interesante el trabajo en grupo, pues cuando se haya integrado en el mismo, disminuye la ansiedad y las defensas individuales, obteniendo por lo tanto un mayor grado de comunicación, al realizar entre todos unas actividades que proporcionan gran satisfacción y placer.