Psicología del hipoacúsico

¿Cómo afecta la psicología a una persona que tiene una discapacidad auditiva o hipoacusia?

Es importante comprender que la HIPOACUSIA tiene incidencias en el desarrollo del pensamiento y en las diversas disfunciones psíquicas que se instalan cuando el niño no puede hacer uso de algo tan natural, como es hablar o escuchar a sus padres.

La familia debe pasar por un proceso para ajustarse a la nueva situación, por lo que deben recibir apoyo oportuno, información pertinente y atención a sus inquietudes. En este sentido, es primordial proveer apoyo y mediación familiar, ya que, los padres requieren información (explicar el diagnóstico, conocer sus implicaciones, etc.)

Es importante considerar que la hipoacusia no afecta exclusivamente al desarrollo de la comunicación y el lenguaje, sino al desarrollo de la persona de forma global. Los desarrollos cognitivo, comunicativo-lingüístico y socio-afectivo están íntimamente relacionados y se influyen mutuamente.

Si una persona hipoacúsica no dispone de audífonos que le permitan comunicarse y representar la realidad, su desarrollo cognitivo se verá afectado, al igual que el desarrollo del lenguaje. Los límites en la comunicación generan inmadurez en el desarrollo social y afectivo. En definitiva, si la comunicación falla o es deficiente, se verá afectado el desarrollo intelectual, la interacción social, la formación del lenguaje y la afectividad.

Además se debe tener en cuenta el aislamiento que puede sufrir una persona por la incapacidad de establecer un contacto libre y normal con otros seres humanos, es una tremenda barrera para su total participación en la vida, lo que en muchos casos produce grandes frustraciones. Su limitación en el plano de la comunicación lo llevará en múltiples situaciones, a no comprender y a no ser comprendido, produciéndole frustraciones. Por ello mostrará conductas de irritabilidad, alejamiento y/o agresividad.